NORMAS DE CONDUCTA Y SEGURIDAD

1 Conducta
El personal
que brinda asistencia a las víctimas de un desastre, ya sean ONG, agencia
gubernamental, Naciones Unidas, deben regirse por normas de conducta con
relación a sus servicios y a la población que los recibe. Algunos ejemplos de
normas de conducta son:
El deber humanitario: El derecho
a recibir y a brindar asistencia humanitaria es un principio humanitario
fundamental que asiste a los ciudadanos de todos los países. La ayuda
humanitaria no responde a intereses partidistas ni políticos
Ayuda imparcial: la ayuda
prestada no está condicionada por la raza, el credo, religión, opinión
política, nacionalidad ni ninguna otra distinción. El orden de prioridad de la
asistencia se establece únicamente en función de las necesidades identificadas
Respeto de las culturas y las costumbres
locales: la asistencia que se brinda debe tener en cuenta las
características culturales y sociales de la comunidad que se apoya con el fin
de que sea útil y apropiada.
Fomento de las capacidades locales:
Se debe fortalecer los medios y aptitudes de las personas afectadas por el
desastre y apoyar la pronta recuperación de la zona empleando a personal local,
comprando materiales locales, negociando con empresas nacionales, estableciendo
alianzas con organizaciones locales para la planificación y la ejecución de
actividades y cooperando con las estructuras gubernamentales locales.
Participación de los beneficiarios en la
administración de la asistencia: El socorro será más eficaz y la
rehabilitación duradera podrá lograrse en mejores condiciones cuando los
destinatarios participen plenamente en la elaboración, la gestión y la ejecución
del programa de asistencia.
Reconocimiento de la dignidad y respeto
de las personas asistidas: El apoyo que se brinde debe tener en cuenta
que las personas damnificadas posiblemente han perdido familiares, sus bienes y
patrimonio pero no podemos permitir que pierdan su dignidad.
Erradicación de los abusos sexuales:
El personal que trabaja en ámbitos humanitarios tiene, para con sus colegas y
para con las personas a las que asiste.
9.2. Seguridad
En la zona
de emergencia pueden prevalecer condiciones de inseguridad producto del mismo
evento que ha causado la emergencia, por razones de tensión militar,
descomposición social o una mezcla de todas. Por esa razón se debe establecer
una evaluación de la situación de seguridad, así como las normas institucionales
y personal de acuerdo a las circunstancias que se identifiquen.
Los directores y coordinadores a cargo deben estar al tanto de las condiciones
de seguridad existentes en el contexto de la emergencia, y deben establecer
normas y consignas de seguridad acordes a la situación dada. Tienen que
garantizar asimismo que estas disposiciones sean del conocimiento de todas
aquellas personas que intervienen en la atención de la emergencia, y hacer lo
posible porque comprendan los alcances de las consignas de seguridad.
Algunas
normas básicas son:
- Informarse sobre las áreas
inseguras/conflictivas de la zona de emergencia, tanto para la realización de
las tareas como para las actividades fuera de horario de trabajo - No emprender acción alguna sin haber tomado las precauciones
necesarias para garantizar la seguridad del personal. - Portar identificación visible durante sus
labores. - Dependiendo de la situación, establecer horarios
para los desplazamientos. Es preferible realizar las misiones durante el día. - Actualizaciones frecuentes sobre la situación de
la seguridad y cualquier cambio debe ser notificado de inmediato. - Organismos
de socorro con amplia experiencia en operaciones en el terreno, han elaborado
documentos específicos para su personal, las cuales pueden servir de guía para
establecer la propia normativa. A este respecto se puede consultar la
NORMAS DE CONDUCTA Y SEGURIDAD
1 Conducta
El personal
que brinda asistencia a las víctimas de un desastre, ya sean ONG, agencia
gubernamental, Naciones Unidas, deben regirse por normas de conducta con
relación a sus servicios y a la población que los recibe. Algunos ejemplos de
normas de conducta son:
El deber humanitario: El derecho
a recibir y a brindar asistencia humanitaria es un principio humanitario
fundamental que asiste a los ciudadanos de todos los países. La ayuda
humanitaria no responde a intereses partidistas ni políticos
Ayuda imparcial: la ayuda
prestada no está condicionada por la raza, el credo, religión, opinión
política, nacionalidad ni ninguna otra distinción. El orden de prioridad de la
asistencia se establece únicamente en función de las necesidades identificadas
Respeto de las culturas y las costumbres
locales: la asistencia que se brinda debe tener en cuenta las
características culturales y sociales de la comunidad que se apoya con el fin
de que sea útil y apropiada.
Fomento de las capacidades locales:
Se debe fortalecer los medios y aptitudes de las personas afectadas por el
desastre y apoyar la pronta recuperación de la zona empleando a personal local,
comprando materiales locales, negociando con empresas nacionales, estableciendo
alianzas con organizaciones locales para la planificación y la ejecución de
actividades y cooperando con las estructuras gubernamentales locales.
Participación de los beneficiarios en la
administración de la asistencia: El socorro será más eficaz y la
rehabilitación duradera podrá lograrse en mejores condiciones cuando los
destinatarios participen plenamente en la elaboración, la gestión y la ejecución
del programa de asistencia.
Reconocimiento de la dignidad y respeto
de las personas asistidas: El apoyo que se brinde debe tener en cuenta
que las personas damnificadas posiblemente han perdido familiares, sus bienes y
patrimonio pero no podemos permitir que pierdan su dignidad.
Erradicación de los abusos sexuales:
El personal que trabaja en ámbitos humanitarios tiene, para con sus colegas y
para con las personas a las que asiste.
9.2. Seguridad
En la zona
de emergencia pueden prevalecer condiciones de inseguridad producto del mismo
evento que ha causado la emergencia, por razones de tensión militar,
descomposición social o una mezcla de todas. Por esa razón se debe establecer
una evaluación de la situación de seguridad, así como las normas institucionales
y personal de acuerdo a las circunstancias que se identifiquen.
Los directores y coordinadores a cargo deben estar al tanto de las condiciones
de seguridad existentes en el contexto de la emergencia, y deben establecer
normas y consignas de seguridad acordes a la situación dada. Tienen que
garantizar asimismo que estas disposiciones sean del conocimiento de todas
aquellas personas que intervienen en la atención de la emergencia, y hacer lo
posible porque comprendan los alcances de las consignas de seguridad.
Algunas
normas básicas son:
- Informarse sobre las áreas
inseguras/conflictivas de la zona de emergencia, tanto para la realización de
las tareas como para las actividades fuera de horario de trabajo - No emprender acción alguna sin haber tomado las precauciones
necesarias para garantizar la seguridad del personal. - Portar identificación visible durante sus
labores. - Dependiendo de la situación, establecer horarios
para los desplazamientos. Es preferible realizar las misiones durante el día. - Actualizaciones frecuentes sobre la situación de
la seguridad y cualquier cambio debe ser notificado de inmediato. - Organismos
de socorro con amplia experiencia en operaciones en el terreno, han elaborado
documentos específicos para su personal, las cuales pueden servir de guía para
establecer la propia normativa. A este respecto se puede consultar la